martes, 14 de julio de 2009

El origen

Con la tempestad en los pasillos, decidí irme, destrabe la puerta, uno por uno los pasadores oxidados, recibí el frío, el viento y las hojas moradas. Entrecruce los dedos desprovistos de bolsos y papeles, y me arremoline entre las esquinas.Es posible no ver la luz.Y no la vi, directo asta mi puerta, me empujó la desazón, juntando los reproches del día anterior.Entre, me sentí aliviada de volver a mi lugar, aunque frío, por el descaro del tiempo.Fueron quedando los abrigos sobre las mesas, sobre las sillas, fantasmas agotados de soledad, carentes de testigos, resignados a las marcas de los pliegues tempranos y permanentes.El cuerpo incongruente fue una contracción lenta buscando el calor entre las frazadas.Pasaron minutos, varias centenas de hormigas subiendo y bajando del zócalo, y algo comenzó a expandirse desde la raíz de los huesos, una sensación tan agradable como una carcajada que abre el aire, me di cuenta que el júbilo, la placa invisible que envolvía mi soledad estaba hecha de lo mas básico: una irreconocible felicidad de estar en mi porción de cuerpo, parada en el origen, en el mismo límite del dolor y el fin de la angustia.Mí sensación de júbilo tiene personalidad, no puedo detallar la imagen, no es vapor que expedía rítmicamente mi nariz, no es el agua rodando por los vidrios, no es el té, ni las revistas, ni todos los abrigos, ni siquiera el conjunto de las cosas y sus climas...Mejor decir que un sonido templado se sostuvo en el espacio y canto mi voz a la intemperie.

1 comentario:

  1. Sumatoria de todas las frecuencias? Sintonía donde convergen otras ondas? Epicentro donde hay congestión? Quien sabe... las historias como los afectos, están atravesados por escandalosas discontinuidades, que lo hacen parecer real. Lo fundamental esta dado por todo aquello que no sabemos. Como la vida misma estamos hablando de aquello que nos hace ser lo que somos.
    Quién puede saberlo con exactitud? Cómo se puede nombrar algo que no tiene centro, ya que tal vez, el centro no esté en todos lados y que para colmo de males se fuga todo el tiempo? Acaso cuando intentamos hacer pie mientras caminamos en la pileta de un club no nos vamos hundiendo al mismo tiempo que avanzamos? pero como en el teatro, no hay que preocuparse porque al igual que en los rompecabezas tenemos los bordes.
    Es como un agujero negro en el pecho por años... Y haber creido toda la vida que era un lunar. Posiblemente sea lo que siente un delfín en agua dulce, un actor en escena... o por qué no... lo que siente la onda de radio inmersa en el ruido blanco cuando nos mira desde el aparato de tv y que nos ve ahi afuera tan felices.

    Buenisimo el blog Flor. Beso. Ale

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