sábado, 14 de noviembre de 2009

la ves.




La mujer verde liquen, como un puño cerrado,
aprieta dentro de sí los cartuchos de las balas que mataron a sus hijos indigentes. Quien sabe cuanto mas tendra que esperar, un milagro, tal vez mas de uno, para dar a luz bajo este cielo opacado.
Piel verde oliva, superficie de besos perdidos, entre tanto perdido.
A quien no logra dormir hamaca en sus huecos de brasos verde agua.
A quien no duerme aunque tenga los ojos cerrados para no ver.
No quieras ver!, grita la mujer verde musgo, pero es igual, aunque hunda sus ojos en su pecho profundo, oscuro, infinito de mujer madre, el que no duerme siente. Siente que su cuerpo se asficcia, se desploma a golpes, se muere de asco, su cuerpo no es su cuerpo, ya no siente que es quién, él, su, vos, ya no es nada.
Mujer verde bosque que cuenta las madrugadas hacia atras, junta los petalos caidos, los pega con saliva, alisa el mantel, barre los vidrios. Acomoda la escena del miedo, su voz de viento en los andamios, apaga las velas de los entierros.
Su voz relata las anecdotas, mira a los ojos, describe las ruinas y tambien les cuenta del día en que dio a luz bajo un cielo opaco.



Mujer, no puede amar mas aunque eso quisiera, que su ser, prepare la sopa y multiplique el pan.

2 comentarios:

  1. La veo y esta a punto de parir tanto ,pero tato...ademas de derroche de creatividad felicito a usted por su constancia!

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  2. a soy gino el del comentario anterior

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