Precipicio. Un pie afuera y una pierna adentro. Tal vez tome carrera y salte. O, como hoy, me quede balanceándome en un hilo de gravedad. Presente como mi pulso, te encuentro a cada rato, también te pierdo y no deseo encontrarte, a veces..
Me la paso agradeciendo y maldiciendo. Escupo sangre y a veces polen. Espacio, el del recuerdo, que se queda inmóvil y vano, inútil, porque nacen tentáculos arrasadores corriendo las cortinas del pasado para meterte en mi presente, latiendo muerta, como una diosa eterna que permanece en las constelaciones.
Nada que tenga que ver con vos me trae calma, por ahora y por suerte, por qué no?.
Ahí estas, ni bien me distraigo, estas, en el techo, en la música, en la interferencia, en la unión de dos paredes, en sus telarañas, en el arroyo y su interminable curso. En el espacio virtual entre lo que hago y lo que pienso. Que la parió, adentro y afuera, una vuelta al mundo con los tornillos flojos.
Unas cuantas puertas cerradas para mi limitada percepción. Que alguna vez pueda abrir, carajo, puta madre, madre que me parió y me empujó hacia afuera, a nadar en la mierda, y a sostenerme del único pedazo de madera flotando que, todavía, no me deja ser un naufrago dado por muerto.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Madre..
ResponderEliminarQue nos parió.. a la muerte..
Que nos dio vela en este entierro, sabiendo que las sombras podían ganar el partido.
Que nos dio leche y nos saco lagrimas..
Que hiciste tu mejor obra de Arte, dejándonos inconclusos para que nosotros la siguiésemos..
Que nos ayudaste a tener el montón de problemas que hoy nos entretienen en este corto viaje
Que.. pretendiste ser la Madre perfecta, buscando las mil razones e ignorando tal vez que para esto solo bastaba con lo que sos: La Madre Que nos parió.
La que nos Dio la oportunidad de Ser y de Hacernos
La que nos Dio la geta para putiar y para dar ese beso sutil en la frente de nuestros Hijos y comprender el duro oficio de Ser Padres.