El deseo es un cielito guardado en una canastita privada, a la mañana le escribo una zamba y la canto despacio mientras caliento el agua. A la atrde le paso un plumero de huellas dactilares de los besos y a la noche le pongo las migas del pan que amasamos un poco cada uno.
Cualquier dìa se mueve la canasta y sale, canchero, y te cuelga una brujula del cuello, te exala el humo del cigarro y moviendo un dedo te pide los mocacines- sin zapatos-dice -ahora a andar...
¿ Puede que la chica que mira los limones espere su madurez o , sería mas hermoso que halla llegado allí por la brujula que el día le colgó del cuello ?
ResponderEliminarSi señor, ese sea un buen destino.
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