viernes, 28 de agosto de 2009

El maestro y el discípulo.

Escuchó con atención las indicaciones del maestro:
-Sube con decisión, nunca mires hacia atrás, mide tus energías para poder descender.
Así lo hizo. Llegó a la punta del árbol, el más alto del lugar. Miró hacia abajo y el maestro se veía bien pequeño. Entonces pensó:
“Estoy harto de este viejo pedante diciéndome todo el tiempo lo que debo hacer. Ahora él aprenderá algo importante de mí”
Y, soltándose de las ramas, con los brazos extendidos, se arrojó al vacío.


Minirelato,premiado, de mi estimada y respetada Blanquita, Moni Ducuing.
Gracias Compa!

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