viernes, 4 de diciembre de 2009

..al final siempre es dificil, pero cuando sucede es muy reconfortante.

No es literatura...he, lo digo. A veces tiemblo, se me junta la rabia con las ganas de llorar. Es que uno nunca deja de querer conquistar el corazón de los demas, como un chico, quiere encantar, busca la mirada, la sonrisa del otro. Cuando uno es adulto y hace cosa amables, se dá , se brinda, hace la comida para todos, primero hace los mandados, elije los mejores tomates, piensa en el aderezo...toma su tiempo para cocinar. Uno dá lo que puede de sí, pero lo dá, alguien gusta repetir?.
En fín, lo único que quiere uno es ser visto, agradar...conmover, ser considerado.
Pero cuando uno es adulto el otro adulto , que logicamente mira como adulto, se siente conquistado pero tambien encuentra que es cómodo que el otro cocine para todos, nadie debe molestarse por resolver el tema del almuerzo. Entonces comienza a naturalizarse... y el adulto enfermo comienza a abusar del que cocina, es un momento mas del día, ya esta, siempre es así...¿Qué?, ¿Qué pasa?, ¿Tanto lío por un almuerzo?...a mí me da igual, si no hay no como, ¿Qué ? ¿Estas llorando?...pero que pelotuda...por unos tomates...

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